Pero antes de continuar, aclaremos lo siguiente:
NO SOY UN GURÚ PERFECTO EN UN PEDESTAL DE BIENESTAR.
Para ser sincera, la idea de despertarme a las 7:00 a. m. todos los días me da sueño. El gimnasio no es mi lugar feliz (¡sí, lo dije!) y nunca seré la inspiración de nadie para estar en forma al nivel de Jennifer Aniston.
La gran y valiente verdad es que la disciplina no es algo que me salga de manera natural. La mayoría de los días me recuerdo a mí misma que está bien no tener todo resuelto. Soy humana y lo tomo día a día, igual que tú.
Por eso, como Coach de Salud Femenina, me dedico a hacer cambios saludables que sean realistas y sostenibles para ti. Porque no deberías tener que cambiar quién eres para cambiar tu vida a mejor: estás lista tal como eres.
COMO COACH CERTIFICADA EN SALUD DE LA MUJER
Yo creo
01
Los pequeños pasos son sostenibles
Llevar una vida sana debería ser algo fácil y accesible, por lo que no voy a obligarte a adoptar una nueva rutina estricta. Comenzaremos con pequeños cambios que ya se adaptan a tu vida para lograr que los grandes cambios se produzcan a pequeña escala.
02
La salud no es el tamaño del cuerpo
Nunca se tratará de tu peso ni de la talla de ropa que uses. Estar sano es más una cuestión mental que otra cosa. Es tener la energía para vivir la vida diaria con claridad, alegría y propósito: ese es el objetivo.
03
La felicidad no está lejos
No necesitas viajar a una isla lejana ni tener cero responsabilidades para ser feliz (¡toma eso, redes sociales!). Puedes tomar medidas prácticas para traer más felicidad a tu vida HOY.
¿Cómo llegué aquí?, te preguntarás.
En resumen: por fuera, parecía que lo tenía todo bajo control, pero por dentro, sentía que nada iba bien.
Estaba organizando reuniones multimillonarias y eventos de lujo para clientes corporativos de alto nivel, y me veía en listas de 40 menores de 40 y en consejos asesores de organizaciones del sector. Pero, ¿era realmente feliz? No. Ni de lejos.
Porque fuera de mi vida laboral, sentía que los golpes no paraban de llegar. Quería desesperadamente tener un hijo, pero tenía problemas de fertilidad. Al mismo tiempo, a mi padre le diagnosticaron mieloma múltiple y las cosas no pintaban bien. Estuvo en coma durante tres semanas y casi muere.
Me di cuenta de que necesitaba darme algo, algo positivo en lo que centrarme. Mi instructora de Pilates me había estado animando a que hiciera un curso de enseñanza, pero siempre tenía una excusa: era demasiado nueva en Pilates para empezar a enseñar, o era un compromiso demasiado grande, o simplemente no tenía tiempo. Pero ver a mi padre luchar contra el cáncer fue como una llamada de atención para dejar de poner excusas y empezar a dar lo mejor de mí en la vida. Así que pensé: ¿por qué no decir que sí a esto?
That one small “yes” changed my life forever.
AHORA COMO COACH DE SALUD FEMENINA
Mi vida hoy parece completamente diferente a la de hace unos años, y todo comenzó con un pequeño cambio.
Cuando empecé a dar clases de Pilates como actividad secundaria, me di cuenta de que no tenía por qué mantener mi trabajo solo porque era la carrera que siempre había tenido. No tenía por qué seguir viviendo como vivía solo porque era mi norma. Así que, después de 13 años como organizadora de reuniones y 24 años en el sector hotelero, decidí empezar algo nuevo.
Hoy, mi negocio combina mi experiencia en planificación y viajes con mi deseo de ayudar a los demás. Como coach certificada en salud y bienestar, ayudo a las mujeres a tomar medidas totalmente viables para cambiar sus vidas a mejor. Un pequeño "sí" fue mi primer paso. Este podría ser el tuyo.
Los cuatro "datos curiosos"
Las cuatro F (familia, actividad física, alimentación y concentración) son los pilares que me ayudan a construir una vida equilibrada y saludable.
Familia
Siempre pensé que en cuanto dejara de tomar anticonceptivos, me quedaría embarazada, pero la vida tenía otros planes. A lo largo de nuestras luchas por la fertilidad, mi esposo Rafael fue mi apoyo y ahora nuestra hija Maryn es nuestro mayor regalo. ¡Estas son mis personas! Disfruto cada día que paso con ellas.
Aptitud física
Cuando descubrí Pilates, me di cuenta de que todo encajaba. Por primera vez, el fitness se convirtió en algo que quería hacer todos los días en lugar de algo para “hacer ejercicio cardiovascular” o “estar delgada” (¿podemos acordar que esas frases se eliminen para siempre? ¡Genial!).
PD: No me ofendo si solo pensar en hacer Pilates te hace sudar. Mi diversión no es tu diversión. ¡Encontraremos lo que sea divertido para ti!
Alimento
No pensaba mucho en la comida hasta que me costó quedar embarazada. Entonces empecé a preguntarme: ¿qué le estoy metiendo al cuerpo y cómo puedo cuidarme mejor? Hoy en día, veo la comida como una forma de nutrir y sanar mi cuerpo. ¿Mi obsesión actual? Una ensalada de farro y feta con balsámico, sin más.
Enfocar
Me siento como si hubiera nacido como una perfeccionista ansiosa, temerosa y que busca complacer a los demás. ¿Quién puede identificarse con eso? Ahora utilizo la concentración para encontrar paz y tranquilidad cuando estoy atrapada en mi cabeza. A veces, eso se parece a Pilates (pregúntenle a mi esposo: ¡soy una persona mucho más agradable cuando hago ejercicio!) y, a veces, parece que escribo una lista diaria para organizar mis pensamientos.